Las 8 estrategias que más me ayudaron para aumentar mis clientes.

Empezar a trabajar con clientes no es fácil. Debo admitir que, cuando yo arranqué lo hice con bastante ingenuidad. Me tocó abrir un mercado poco explorado en el lugar en el que yo vivo y romper con las propuestas establecidas y que funcionaban ofrecidas por otros colegas. 



Mi necesidad por obtener clientela estaba dada más por aprender y explorar que por ganar dinero, mi equipo en ese momento era una cámara de gama media, un lente de kit y un lente 70- 300 mm que tenía una pésima calidad y que temía usar porque erraba el foco la mayoría de las veces.(En otra entrada voy a contarles que inversiones evitar cuando empiezan a transitar este camino.)



Mi entusiasmo jugó un papel fundamental en esos primeros meses. Yo decidí perdonarme todas mis fallas (tanto en técnica, experiencia y equipo) y poner manos a la obra, sabiendo que lo peor que podía pasar era que no m gustaran mis propias fotos.



Recuerdo pasar muchas tardes fotografiando a mis amigas, a mis hijos y a cuanta persona quisiera pasar por mi cámara. Exploraba locaciones, luz, poses, trataba de generar momentos que me sirvieran para contar historias. Estaba tratando de encontrarme a mi misma en esas imágenes.

 
 



Tímidamente subía mi trabajo a las redes sociales, pedía crítica constructiva en algunos grupos de Facebook dedicados a la fotografía. Muchas veces mis fotos eran ignoradas, muchas otras eran corregidas por expertos anónimos que me hablaban sin empatía. Decidí que ese no era el camino, que si iba creecer debía armar un sistema de apoyo genuino. Personas que estuvieran en mi misma búsqueda, que entendieran cuál era mi meta. Tuve la gran suerte de que el universo las puso en mi camino. Un grupo de mujeres maravillosas que hoy tengo la fortuna de llamar amigas y que son un gran tesoro. Juntas nos impulsamos día a día y el logro de una de nosotras pertenece a todas.



Ese sentido de pertenencia me dio seguridad para comenzar a buscar clientes que estuvieran dispuestos a pagarme por mi tiempo y trabajo. Sin ningún tipo d experiencia en sesiones con clientes armé mi marca y mi pagina profesional.

Tenía miles de desafíos por delante:

Buscar locaciones, generar portfolio, lograr una edición más consistente, encontrar a mi cliente ideal y que esos clientes quisieran pagarme. Era abrumador y frustrante muchas veces.

Hoy quiero compartirles algunas de las estrategias que me sirvieron y de las que aprendí mucho para generar una cartera de clientes sólida y fidelizada. Clientes que vienen acompañándome y confiando en mi desde mis comienzos.

De algo estaba segura: no quería regalar mi trabajo, asi que lo primero que apliqué fue una estrategia que me sirvió mucho. Me contacté con una “influencer” y lo pongo entre comillas porque en ese tiempo el término aún no existía, pero yo sabía que si ella mostraba mis fotos todo el mundo iba a querer lo mismo, igualmente no quería regalarle mi trabajo, pero estaba segura que no iba a poder cobrar esa primera sesión, entonces me contacté con alguien en común y le regalé a ella una sesión en exteriores de 40 minutos para que le obsequiara a su prima (la influencer) por su cumpleaños. Esta estrategia me sirvió mucho por varios motivos.

El primero es que ella publico mis fotos en todas sus redes y mi trabajo tuvo gran exposición en el mercado en el que yo quería insertarme. El segundo motivo fue que ella nunca se enteró que ese trabajo no era remunerado por lo que lo valoraba aún más (de paso la hicimos quedar de mil maravillas a la prima que le obsequió la sesión) y cuando todas sus amigas y conocidas me llamaron para agendar sus sesiones aceptaron el precio que les dije sin cuestionamientos.

 
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Es mi experiencia, lo he visto muchas veces, que cuando una emprendedora regala su trabajo o producto para hacerlo conocido y luego empieza a cobrar un precio justo por eso que antes regalaba a la gente en general le disgusta y yo no quería que eso me pasara. 

Aquí enumero algunas cosas que creo te servirán mucho para construir una cartera de clientes estable 



-Muestra sólo el trabajo que estes interesada en vender: Es un error común que, por ese hambre que sentimos por generar trabajo, decimos a todo que si. Entonces nos encontramos haciendo trabajos que no nos llenan, no nos traen esas mariposas en el estómago que tanto nos emocionan y como resultado tenemos un montón de material que no queremos mostrar ó, por el contrario, mostramos todo. En nuestras redes, en las gráficas en nuestra web y, nuestra oferta resulta ser tan amplia que conseguir aquellos clientes que queremos tener  no nos llegan. Simplemente porque no saben bien que hacemos. Mi consejo es que sólo muestres el trabajo que quieres vender. Si lo que te emocionan son las bodas, entonces tus publicaciones y difusiones serán fotografías sobre eso. Así, cuando un cliente esté buscando, no tenga dudas sobre tu especialización y tu tendrás muchas oportunidades para hacer tu mejor foto.

  • No regales tu tiempo: Es lo más valioso que tienes y ten la certeza que es lo único que jamás volverá. Tu tiempo vale mucho, siempre ten en cuenta esto a la hora de ponerle precio a tu trabajo.

  • La especialización es necesaria. Y dicho esto, las capacitaciones cobran mucha importancia. Focalizarte en lo que quieres perfeccionar te guiará hasta mentores que volcarán años de experiencias que serán invaluables para dar un salto en la calidad de tu trabajo.

  • Establece tu nicho de mercado: piensa en tu cliente, ese que sueñas. ¿Quien es? ¿De qué trabaja? ¿Qué edad tiene?. Ubica tu clientela en una zona demográfica concreta y aprende a hablarle a tus clientes, de ese modo podrás conectar con ellos de una forma mas íntima y darle soluciones a sus problemas.

  • Las redes sociales son grandes aliadas pero ¡cuidado! No te desvíes Siempre recuerda que una mente focalizada trabaja 100 veces mejor. Es muy común caer en modas y en una carrera vanidosa por seguidores que muy pocas veces se traducen en clientes. Esas métricas de vanidad sólo son importantes si te mantienes alineada con tu objetivo.

  • Preocúpate por aprender de poses: Eso marcará un diferencial en tu trabajo y te dará fluidez durante una sesión. Siempre es bueno tener un flujo de poses estudiado para asegurarnos el éxito de la sesión y luego dejar mucho espacio para la improvisación.

  • La consistencia en la edición: Es una de las cosas que más cuestan y más me consultan mis alumnos. Pero, como todo en la vida, es totalmente alcanzable con práctica y constancia. Una vez que logramos una consistencia visual en nuestro trabajo empezamos a sentirnos más cómodas con lo que podemos lograr. Me ayudó mucho en esta etapa la práctica contante y aprender de personas que yo consideraba referentes.

  • La empatía, ponte en los zapatos de tus clientes. Escucha sus historias, siempre hay un motivo por el cual vienen a nosotras, ¿Qué es lo que buscan? ¿Que vieron en nuestro trabajo? Somos guardianas de los momentos de otras personas, de lo mas valioso que tienen, sus recuerdos. Siempre ten esto en mente.

  • Arriésgate! Nada crece en la seguridad de lo conocido. El camino del aprendizaje es constante y tiene picos y valles. Tiempos de florecimiento y tiempos de estancamiento. Nos tengas miedo, convierte tus problemas en desafíos y úsalos para crear, para tomar riesgos, para explorar las posibilidades infinitas de una mente enfocada y con ansias de crecer. Siempre recuerda que con la primera persona que debes conectarte es contigo misma para luego conectar con los demás.

Espero que después de leer esto te haya ayudado a entender que el proceso no es uno sólo, es personal y diferente para cada una, pero a todas nos mueve lo mismo, el amor por lo que hacemos y la necesidad de comunicarnos con nuestra cámara. Esa magia que cada una tiene es lo que termina traspasando cualquier obstáculo y hará que no tengas miedo a salir en busca de eso que deseas. 

Hasta la próxima

Dani

Dani Rodriguez